Extracto:Las cotizaciones actuales están por debajo de un punto psicológico importante de soporte o piso
La onza de oro ha aprovechado su condición de activo de refugio seguro en este periodo de crisis caracterizado desde luego por la aversión al riesgo.
Sin embargo, la guerra entre Ucrania y Rusia parecería que sería una catapulta, pero extrañamente se detuvo la carrera alcista; el entorno inflacionario fue un factor de impulso inicial que lo llevó a cerca de los 2,000 dólares por onza, nivel no visto desde mayo de 2021.
Mientras eso sucede con la onza de oro, los mercados bursátiles se han enfrentado a fuertes episodios de volatilidad.
En cuanto a la onza de oro, tan sólo la semana pasada, el metal precioso hiló su tercer avance semanal logrando una ganancia de 1.92%, pero se mantuvo debajo de los 1.900 dólares por cada onza de oro. Tan solo el viernes tuvo un consolidó debajo de los 1,840 dólares.
El alza en el precio del oro se debió a una mayor demanda como activo de refugio, debido a las tensiones geopolíticas, así como a las cifras de inflación y también a las señales que se mandan desde organismos como la Fed.
Hace algunos meses, antes de que estallara en pleno el conflicto entre Rusia y Ucrania, algunos analistas consideraban que los problemas entre ambas naciones no serían la causa para pensar en un “ciclo alcista” del metal dorado, otros pensaban distinto. El desempeño de los precios indica claramente que los primeros tenían razón, vamos rumbo al tercer mes de guerra entre ambas naciones y el oro no se ha catapultado como algunos esperaban.
Como ha demostrado la historia, el mercado del oro suele perder el interés por estas tensiones geopolíticas con bastante rapidez, por lo tanto, es un hecho a juzgar por el desempeño de los precios que el conflicto actual no marcó ya el inicio de un nuevo ciclo alcista para el oro.
Por el contrario, todo parece indicar que el mercado considera cada vez más probable una escalada militar de larga duración en Ucrania, por eso los inversionistas que buscan un refugio seguro han vuelto al mercado, más en Estados Unidos que en Europa.
Si bien no podemos descartar una mayor escalada, todo parece que se verá una fase de tensión elevada persistente como el escenario más probable.
En este sentido, algunos analistas de materias primas opinan que podría darse “una tormenta perfecta” para este activo, ya que el aumento de las tasas de interés generará volatilidad en las bolsas de valores y esto orilló a los inversionistas a reducir sus posiciones en activos de riesgo. En gran medida esto ya lo vemos durante los días recientes.
Conforme la correlación entre bonos y acciones continúa fortaleciéndose, con ambos activos perdiendo terreno de la mano desde principios de año, el oro se considera cada vez más como un diversificador de cartera, con el potencial de ofrecer una cobertura en un contexto de alta incertidumbre geopolítica e inflación galopante. Actúa más que un factor de cobertura de riesgo tradicional.
Sin embargo, si las tensiones geopolíticas continúan, y sobre todo si escalan, es probable que el oro supere en algún momento nuevamente el umbral de 1,900 dólares por onza, y esta vez podría ser de forma sostenida.
Por eso, los precios del oro no han dejado de lado su clásica volatilidad, sus niveles actuales cercanos a 1,838 dólares hacen prever más una oportunidad de inversión que una fase correctiva de largo plazo, sobre todo porque las condiciones en la economía mundial mandan señales en ese sentido.
De acuerdo con los análisis, estamos en un rango de variación de entre 1,850 a 1920 dólares por onza; en este caso debido a que la cotización ya está por debajo del punto mínimo, es posible que haya una corrección, y podría ser considerable.