Extracto:Cuyna, la startup de cocinas fantasma, levanta 23 millones de euros en una ronda semilla para expandirse fuera de España y seguir abriendo nuevas instalaciones.
Interior de una cocina fantasma de Cuyna.Cuyna
Aunque desde Cuyna no desglosan cifras exactas de su negocio, sí que comparten que en este primer semestre de 2022, ya han facturado lo mismo que en todo el 2021.
La plantilla ha crecido hasta los 115 empleados y ya cuentan con 22 marcas de comida a domicilio, entre la que destacan El Círculo, propiedad del ganador de Masterchef, Carlos Maldonado, o Fasfú Burgers, del youtuber Luisito Comunica.
El modelo de negocio de Cuyna consiste, por un lado, en una parte inmobiliaria, son los propietarios de las cocinas fantasma que luego alquilan a marcas o restaurantes que quieran potenciar el área de delivery; por el otro, un servicio de franquicias de marcas de comida digitales.
Aunque en el ecosistema emprendedor se comience a poner la palabra rentabilidad encima de la mesa, eso es algo que a Cuyna no le quita el sueño.
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“Ahora se respira un clima de alcanzar rentabilidad antes, pero nosotros seguimos con el mismo plan. Obviamente, no somos rentables, pero en nuestra operativa si”, comenta Martínez de Velasco.
“Tenemos un pan ambicioso de alcanzar la rentabilidad en el corto-medio plazo”, añade.
El CEO de Cuyna asegura que una de las patas del proyecto es la digitalización, algo por lo que han apostado fuerte —el 15% de los empleados de la empresa son desarrolladores— y están trabajando en lograr desarrollar su propio software, sin tener que depender de terceros.
“Un software propio nos permite ser mucho más ágiles, más rápidos y más eficientes”, asegura.
Campaña de crowdfounding para pequeños inversores
La startup también va a lanzar una campaña de equity crowdfunding en la plataforma Crowdcube, en la que pequeños inversores podrán entrar en la compañía adquiriendo un porcentaje de ella a un precio de entrada de 12 euros con la misma valoración que los grandes fondos.
“Para nosotros esto tiene mucho sentido a nivel cultural”, remarca Martínez de Velasco. Otras compañías del sector food tech, como la catalana Heura Foods también han optado por esta manera de financiación.