Extracto:MADRID, 7 sep (Reuters) - Europa tiene que replantearse su transición energética, ya que ahora impid
MADRID, 7 sep (Reuters) - Europa tiene que replantearse su transición energética, ya que ahora impide las inversiones en determinadas fuentes de energía por razones ideológicas y no tecnológicas, dijo el miércoles Josu Jon Imaz, el consejero delegado de la mayor empresa española de petróleo y gas, Repsol (BME:REP).
Imaz dijo que la invasión rusa de Ucrania no era la única razón de la subida del precio del gas.
En Europa hemos hecho una transición energética ideológica en la cual estamos seleccionando o rechazando, impidiendo inversiones en determinadas fuentes de energía por motivos ideológicos y no tecnológicos.
La consecuencia es que los consumidores pagan más por la energía y las empresas no pueden pagar (por la energía), y además el CO2 aumenta. Tenemos que replantearnos todo esto. Necesitamos todas las fuentes de energía, dijo.
Repsol se ha embarcado en un amplio plan de desarrollo de las energías renovables, tiene previsto instalar plantas eólicas, solares e hidroeléctricas con una capacidad combinada de 20 gigavatios para 2030 y está dispuesta a invertir en proyectos renovables una parte de los 4.800 millones de dólares que ha obtenido con la venta de una participación del 25% en su negocio petrolero.
España es líder en el desarrollo de energías renovables. Con abundante luz solar, laderas de montañas y extensas llanuras, el país está transformando su sistema energético para basarse en fuentes renovables y espera conseguir que su economía sea neutra en carbono para 2050.
Entre las fuentes de energía excluidas, Imaz citó el gas natural procedente de yacimientos de pizarra, que está prohibido en España y otros países de Europa por motivos medioambientales, como la contaminación de las aguas subterráneas.
El desarrollo de la producción europea de gas habría hecho a Europa menos dependiente de Rusia, dijo Imaz.
La invasión rusa de Ucrania en febrero desencadenó una crisis energética en Europa, ya que la Unión Europea respondió a los movimientos de Moscú con sanciones y la promesa de reducir la dependencia de la energía rusa, mientras que Rusia, a su vez, ha cortado o interrumpido el suministro de gas.
Según Imaz, la transición energética en Europa ha empeorado la crisis actual y no ha abordado el principal problema que se supone debe resolver: las emisiones de CO2.
(Información de Inti Landauro y Christina Thykjaer; escrito por Emma Pinedo; traducido por José Muñoz y Flora Gómez)